En el año 2014, mientras buceaba en la costa de Yucatán buscando los restos de un pecio del siglo XIX, el investigador mexicano Roberto Junco Sánchez encontró un cargamento de joyas coloniales. Se trataba de un tesoro, datado en el siglo XVIII y procedente de Nueva Granada (la actual Colombia), formado por más de 300 piezas de oro, esmeraldas y otras gemas. Iba, probablemente, dirigido a las clases altas de la metrópolis, pero su destino quedó truncado al hundirse en el mar junto con el barco que lo transportaba. Curiosos azares que provocan apariciones y ocultaciones…
(Imagen de Javier Hinojosa (INAH, México): dragón de oro, esmeraldas y diamantes)